
Entrada de la presentación. Promete, ¿verdad?
Este fin de semana un amigo me remitió un correo con la presentación que traigo ahora al blog, preguntándome qué me parecía. Me puse manos a la obra, contestándole punto a punto sobre lo que afirmaban las diapositivas, y para cuando terminé me di cuenta de dos cosas. La primera fue constatar lo pesado que soy escribiendo, con esta «locuacidad escrita» que estáis a punto de sufrir. La segunda, que el correo de respuesta daba para una entrada en estas andanzas, y ya que hay que reciclar y dado que posiblemente muchos de vosotros recibiréis esta presentación o alguna similar en las próximas semanas, puede que os interese leer lo que escribí y, de paso, entablar un sano y siempre enriquecedor debate en torno a este tema.
La de las bolsas de plástico no es únicamente una “campaña” publicitaria en contra del uso tremendamente extendido de aquellas, sino que viene respaldada por el Plan Nacional Integrado de Residuos, mediante el que se pretende reducir al 50% el consumo de bolsas de plástico «de un solo uso», entre otros envases que tienen un fin similar. Se trata pues de una campaña auspiciada por una iniciativa gubernamental, y el que las empresas lo utilicen en beneficio propio es otra cuestión en la que entraremos dentro de poco, pero es básicamente cierta: las grandes superficies y supermercados aprovecharán la ambigüedad de la norma para minorar costes e incrementar, de paso, sus beneficios. Ahora, que sea un engaño… nos engañarán si no nos informamos, si no cuestionamos todo aquello que se nos presente «en bandeja» y listo para consumir. Vamos a evitarlo, pues.
No se dice que las bolsas de plástico no sean reciclables (al menos yo nunca lo he visto ni afirmado así), sino que no son biodegradables. O, para ser más correctos, que la naturaleza tarda muchísimos años en llegar a degradar sus componentes hasta el punto en que puedan ser descompuestos por los microorganismos en sustancias químicas elementales. Eso sí, las bolsas de plástico no se reciclarán si no son arrojadas a los contenedores adecuados (los amarillos), y ciertamente así ocurre con millones de bolsas al año. Aproximadamente el 90% de las bolsas de plástico no se reciclan, lo que no quiere decir que no se tiren o desechen de otra forma, sino simplemente que no van a parar al contenedor amarillo, que es el paso previo en su camino de convertirse en “lentejitas” de plástico que volverán a ser convertidas en bolsas u otros elementos del mismo material.
Que una bolsa expuesta al sol se descomponga en unos meses no indica que ya no contamine, ni que haya sido «asimilada» por la naturaleza. De hecho, puede ser filtrada a las aguas o terminar contaminando el suelo, ya que la exposición solar provoca únicamente una disgregación de sus componentes (fenómeno físico-químico, por la acción de los rayos solares y el incremento de temperatura), pero no por ello es «asimilada» aún por la naturaleza (fenómeno bioquímico, de descomposición por parte de diversos microorganismos). Es cierto que hay estudios en los que consigue reducirse el tiempo necesario a unos pocos meses (precisamente usando bacterias y otros microorganismos cultivados), y me parecen interesantes en una primera aproximación, aunque habría que ver la viabilidad de los mismos y si no tienen efectos secundarios que causen otros problemas. De no ocurrir así, serían una buena opción para reducir los tiempos de degradación del plástico, aunque no supondría tampoco una solución al VERDADERO problema, el que parece que no queremos ver: nuestra dependencia del petróleo y los combustibles fósiles. Llevaremos únicamente 50 años usando bolsas de plástico, pero es posible estimar el tiempo de descomposición del plástico en la naturaleza. Esto es simplemente cuestión de química y matemáticas.
Respecto a sustituirlas por otras de tela, sería lo mejor que podríamos hacer. Ahora entramos en el tema de la rafia (de la rafia como sustancia plástica, o la inclusión de derivados del petróleo en su manejo, no la rafia auténtica, que sí es una fibra natural). Yo no soy tan mayor (o eso creo 😉 ), y recuerdo perfectamente cuando acompañaba a mi madre a hacer la compra, e íbamos con una bolsa de tela que se lavaba y reutilizaba hasta que no aguantaba más. Nos iba muy bien en aquellos días sin contaminar de forma sistemática (que también se hacía, pero no tantísimo con el plástico) y sin consumir, consumir, consumir…
Que las grandes compañías ganan con la operación, es algo que está muy claro y somos muchos los que lo hemos denunciado a día de hoy. Deberían descontar de los precios el dinero que ya nos están cobrando, de forma indirecta, por un coste que repercuten sobre el importe de los productos. En pocas palabras: que deberían bajar los precios, o descontar de la compra el importe de las bolsas. Hasta la fecha, el único distribuidor que hará esto -que a mí me conste- es Eroski, que descontará 1 céntimo por cada bolsa ahorrada (lo harán en base a la volumetría de los productos adquiridos). Otros supermercados ya cobran por las bolsas de plástico (Dia, Lidl, Aldi…), por lo que hipotéticamente no incluyen ese importe actualmente en los artículos que compramos allí. Así que, al menos en esto, sí que tiene razón la presentación: se debería obligar a las empresas a descontar ese coste de los precios.
Que las bolsas que venderán ahora suponen un ingreso para ellos, también es cierto. Pero claro, nadie nos obliga a comprarlas, ¿verdad? Todo es acostumbrarse a ir con nuestra bolsa a comprar. Las de «rafia» que venderán también están fabricadas con productos derivados del petróleo, por lo que, por supuesto, contaminan igualmente. La única ventaja que tienen es que son de varios usos y no se rompen con tanta facilidad, pero yo seguiría apostando por bolsas de tela (y por no comprarlas a los hipermercados/supermercados).
El plástico es un subproducto del petróleo, ciertamente. Del mismo, sólo el 5% se destina a bolsas de plástico, pero por el uso que se les da suponen un importante impacto sobre el medio ambiente. A lo que hay que tender es a dejar de consumir petróleo, amigo mío. De todas formas, mientras se siga consumiendo, tranquilos que algún uso le darán a esos «desechos». En cualquier caso, volvemos al verdadero problema: la dependencia de los combustibles fósiles, el uso excesivo que hacemos del petróleo y de sus derivados. Ahora se sataniza a las bolsas “camiseta” de un solo uso, pero la problemática va más allá: Los envases individuales de los productos de bollería, las bandejas de poliestireno de la carne y la fruta, el envoltorio de plástico de todos ellos, y así con un largo etcétera cuyo uso habría que replantearse. Hay que empezar por algún lado, y el de las bolsas de plástico es un punto de partida, pero no deberíamos quedarnos ahí. A mí no me escandaliza la campaña, ni que las compañías lo aprovechen para ganar dinero (siempre lo hacen, ¿no?). Esos son otros problemas de concepto de una sociedad eminentemente capitalista, en los que también podríamos entrar, pero no es lo que nos ocupa ahora. A mí lo que me indigna (de cara a lo que hablamos, que es el medio ambiente) es que sea el consumidor el que pague los platos rotos de una mala gestión ambiental, y que el Gobierno no ofrezca soluciones efectivas al problema. Si prohíbes, da alternativas, creo yo. Y no dejes en manos de los de siempre la solución, máxime cuando se está manifestando tan insuficiente y controvertida como es el caso.
España es un importante productor de bolsas de plástico, eso es cierto. También éramos líderes en la construcción de casas que se vendían a precios injustificados. Otra actividad en la que destacamos es en la producción de maíz transgénico. Y encima, seremos los últimos en salir de la crisis, al menos respecto a otros países de nuestro entorno. Ante todo esto, va siendo hora de reorientar nuestra forma de hacer las cosas, ¿no te parece? 😉
La alternativa a las bolsas de uno solo uso que nos ofrecen los hipermercados estarán fabricadas en Extremo Oriente… ¿Y? También están fabricados allí los artículos que la gente compra en los «Todo a x euros», o muchos de los productos que se adquieren habitualmente. No se trata de hacer demagogia con las bolsas de plástico, como parece ser el caso, sino de buscar y fomentar el consumo de productos locales. Si van a traer de allí las bolsas de rafia, ¿por qué no producimos aquí bolsas de cáñamo? Es barato, fácil de producir, no es necesario usar pesticidas y las bolsas serían muy resistentes. Podríamos venderlas a buen precio bajo el lema de ecológicas, pues lo serían, planteando así una verdadera alternativa a las de plástico. ¿Por qué no actuamos (bien) de una vez, en lugar de seguir llorando por las esquinas?
Me gustaría ver cifras sobre la emisión de CO2 para el reciclado del papel y el plástico, porque la presentación habla con ambigüedad, y he buscado sin éxito información sobre las mismas. De todas formas, el problema del reciclado es que no sólo se genera CO2 (al que parece que quieren convertir en el único demonio de nuestros días). El CO2, como el metano, son gases que contribuyen al efecto invernadero y, por consiguiente, al calentamiento global, pero no son el único problema existente en nuestros procesos productivos. En la fabricación y el reciclado del papel se utilizan (cada vez menos, por fortuna) sustancias contaminantes como el cloro o diversos ácidos, como el clorhídrico, y en los del plástico ocurrirá otro tanto. El reciclado es la «tercera R» (Reducir, Reutilizar, Reciclar), por lo que debería ser la última opción, la que se llevase a cabo únicamente cuando ya hemos puesto en práctica las dos anteriores. Desde luego, con las bolsas de plástico no ocurre esto en la actualidad. Ahora profundizaremos en la cuestión.
Nos hablan de la reutilización de los envase de vidrio. He aquí uno de los caballos de batalla a los que me he referido siempre al hablar del reciclado y por qué debería de llevarse a cabo en último término. Tiempo atrás, los envases de vidrio se reutilizaban. Tú comprabas una botella de refresco, de zumo o de cerveza (por poner algunos ejemplos), e ibas a por ella con el casco de la última que habías consumido, y de no llevarla te veías obligado a pagarla aparte. Después, esas botellas se lavaban y volvían a utilizarse. Deberíamos REUTILIZAR antes que RECICLAR. Es mucho más barato, más óptimo energéticamente y menos agresivo con el medio ambiente llevar a cabo este tipo de gestión de nuestros residuos.
Con todo lo dicho anteriormente, está claro que se debería reutilizar el vidrio, y ahí sí que incidiría respecto a lo que dice la diapositiva. Pero el vidrio es reciclable prácticamente sin límite alguno, y el plástico no. Además, este último proviene del petróleo, con lo cual yo seguiría apostando por envases de vidrio frente a los de plástico, pero eso sí, con la salvedad de que se reutilicen y no se reciclen sistemáticamente. Romper una botella para hacer otra me parece uno de los absurdos más grandes que venimos llevando a cabo desde que el mundo es mundo.
Completamente de acuerdo en este punto: debemos exigir el reciclado del plástico que se deposita en los contenedores amarillos. Para exigir también sería bueno ser coherentes y depositar en esos contenedores todos los residuos que generemos de envases y demás envoltorios. También habría que exigir alternativas a las bolsas de basura tradicionales, que también son de plástico y de un solo uso, pidiendo alternativas biodegradables.
En cuanto a exigir que las grandes superficies gestionen los residuos de los envases que generan, no me parece una mala idea. Habría que pedirles también que no usen plásticos en otros tipos de embalajes (como apuntaba anteriormente). De paso, que tuvieran que hacerse cargo de estos residuos posiblemente les llevaría a reducir el uso de embalajes. Eso sí, posiblemente subirían en primer lugar los precios de los productos «para acometer este nuevo coste» y, una vez que nos cobrasen por el proceso, comenzarían a reducir la cantidad de envases utilizados para incrementar el beneficio de la operación.
El último punto creo que está mal formulado. Me parece que se refiere a que las autoridades deberían exigir a los supermercados y grandes superficies que asuman el hecho de que están cobrando por nada. Es decir, que si antes incluían el coste de las bolsas en el precio final del productor, ahora deberían descontarlo. Ahí, completamente de acuerdo, como también dije más arriba.
Bueno, yo mandaría una presentación que fuese más fiel a la verdad, ya que no todo es como lo pintan, y hace demasiado uso de la demagogia. Que se informe a la población me parece genial, pero que se haga adecuadamente ya que no lo hacen los propios medios de comunicación ni el propio Gobierno. También habría que añadirle una propuesta por hacernos responsables de nuestras acciones. Lo que tantas veces hemos hablado, que no todo es blanco o negro, que hay tonos grises, y que todos debemos poner algo de nuestra parte. 🙂
[…] a las petroleras financiando campañas “ecológicas” para la retirada de los guantes de […]
Enhorabuena por la contrainformación que has puesto en tu blog.
Te comento que desde Amigos de la Tierra, estamos realizando una campaña contra el uso de las bolsas de plástico.
Yo me encargo del proyecto en Sevilla.
Te animo a que eches un vistazo al blog, para poder informarte de en que consiste la campaña y por otro lado, nos gustaría muchísimo enlazar tu blog.
Un saludo y suerte!!
Alejandor Gil
Amigos de la tierra – baetica
http://www.tierrabaetica.org
Alejandro, muchísimas gracias por tus palabras de ánimo.
Lo cierto es que el tema de las bolsas es bastante controvertido. Por un lado, era una situación a la que había que llegar en un momento u otro, y ya se estaba demorando demasiado. El problema es que, de cara a la ciudadanía, la medida no ha sido expuesta con claridad (no se informa adecuadamente, esto es algo demasiado habitual por desgracia), y ha llegado de mano de la polémica campaña de Carrefour.
Por un lado, me alegro de que esta publicidad esté suscitando tanta polémica, lo que demuestra que la gente empieza a no tragarse todo cuanto le ponen por delante, y que cuestionan al menos las motivaciones de las grandes compañías a la hora de «defender el medio ambiente». Por desgracia, vivimos tiempos en que el despertar de la conciencia en torno a la defensa del medio ambiente viene acompañado por un incremento de la publicidad que únicamente parece querer satisfacer esa necesidad de sentirnos solidarios y mejores, y deja en la superficie unas acciones que, movidas por sentimientos más profundos, podrían dar mejor fruto.
Por otro, me apena que esta polémica esté dando pie a comentarios, comidillas y presentaciones como la que incluyo en el blog, que aprovechan para invitar a la gente a cuestionarse las medidas que se van a adoptar para llevar a cabo movimientos contra las compañías, obviando que, en el fondo la medida tiene su sentido de preservación medioambiental.
Ante esto, ¿qué podemos exigir? Tal vez no la devolución del céntimo de la bolsa que no consumiremos, que flaco favor va a hacer a nuestra economía, sino que las compañías sustituyan esas bolsas por una alternativa realmente biodegradable y no contaminante, que pueda usarse para desprenderse de la basura orgánica, y no nos obligue a comprar bolsas de basura que son, una vez más, de plástico. Se trata de un simple ejemplo, por supuesto.
He estado vendo vuestro blog/página web, y me parece una iniciativa de lo más interesante. Por supuesto, invito a los lectores del blog a visitaros, y voy a proceder a enlazaros.
Un abrazo, y mucha suerte.
Yo tengo una pregunta: ¿las bolsas de basura son biodegradables?
Isi, las bolsas de basura (al menos las actuales) no son más biodegradables que las de plástico que se están retirando. Por tanto, no son una buena alternativa a día de hoy a aquellas (vamos, realmente no son ni buena ni mala, simplemente son el mismo perro con distinto collar, por decirlo de alguna manera). Lo que sería interesante es que se ofrecieran alternativas a estas bolsas de basura de plástico.
Saludos.
Pues me dejas de piedra, yo pensaba que eran «de basura» porque se podían degradarse. Entonces estaba bien que las bolsas de plástico del súper las usara la gente como de basura (yo creía que esto era el problema), cuando en realidad es lo mismo que utilizar una de basura y, además la gente las estaba reutilizando (que tampoco está mal, no?).
En fin…
Isi, hasta la fecha (y ojalá cambie pronto) las bolsas de basura tradicionales son de plástico, más grandes que las de la compra, sí, pero igualmente contaminantes. En ese sentido, la gente no actúa menos mal (que no bien) si tira la basura en las bolsas de la compra. Como dices, es volver a utilizarlas (aunque en un uso final, donde son llevadas junto a materia orgánica dificultando su procesado y compostaje).
El problema está en que no se ofrecen alternativas reales a los consumidores: bolsas de basura biodegradables, educación ambiental para concienciar sobre las ventajas de las bolsas de tela y las desventajas de las de plástico, incentivar la reutilización frente al reciclaje… En resumen: informar y educar, antes que saturar con mensajes impactantes y carentes de contenido. Hay que tender hacia la formación de una sociedad informada, con capacidad crítica… Pero, ¿interesa realmente esto a quienes lo gobiernan? He ahí la cuestión.
Saludos.
Este blog me gusta más que el otro. 🙂 Si me comentas, déjame este enlace. 😉
Yo también creo que lo mejor es seguir el ciclo en este orden: reducir > reutilizar > reciclar. Eso es lo que hago sobre todo con el papel.
Como alternativa a la bolsa propongo la mochila. Para comprar, claro. Para tirar la basura no sé qué decirte si todas las bolsas son iguales en la práctica.
Las botellas de Konga… ¡claro que me acuerdo! Aún tenemos dos cajas en casa (sin botellas).
Shulamithie, me alegra que te guste el blog, jejeje. Te pasé el otro porque al ser su temática cercana a los libros y la literatura pensé que podría interesarte más (y ya que mis otros blogs aparecen entre las referencias, siempre podrías indagar un poco si te apetecía, como veo que ha ocurrido).
Me alegra ver tu coincidencia en que «las tres erres» tienen un orden, y deberíamos seguirlo a rajatabla, algo que no ocurre en nuestra sociedad de mensajes medioambientales hueros (en este asunto entraré otro día más a fondo). Respecto a las compras, la mochila o las bolsas de tela son la mejor opción. Antes lo hacíamos así y no nos costaba nada, ¿por qué ahora tanto escándalo al respecto? Creo que, en parte, porque la sociedad tiende hacia una falsa sensación de comodidad, y también debido a que no se ha procedido como debiera con la campaña de sustitución de las bolsas de plástico (que, recordemos, debería de ser también de otros envases, como los usados en los supermercados y grandes superficies para dispensar la carne, frutas…).
En fin, que tenemos un largo y arduo camino por delante que recorrer hasta llegar a ser realmente coherentes y respetuosos con la naturaleza.
Saludos.
Ayer fui a comprar con mi madre y vi que los que estaban delante en la caja sacaban una bolsa de colorines. Las de rafia.
Yo, que me olí que mi madre querría una, le conté un minirresumen de lo que comentas en este artículo. Creo que más o menos le convencí, principalmente porque le parece una tontería pagar por bolsas de basura en vez de poner las de plástico que ha puesto hasta hace poco (se rompió el cubo y compró uno de dos compartimentos en los que pone bolsas de basura compradas).
Cuando llegamos a la caja la cajera preguntó si queríamos bolsas normales y le dijimos que sí, ya que llevábamos muchas cosas y ni bolsa de tela ni carro ni nada. Algún uso les daremos aunque no me gusten.
Mi madre preguntó por las bolsas de rafia y la cajera dijo que se habían agotado. Yo le dije que no eran reciclables y tal, y ella me contestó: «pero con ellas la compra pesa menos». Cuando me dicen algo así me quedo tan sorprendida que ni contesto (tengo que mejorar eso).
Tócate las narices. Un brick de leche pesará 166 gramos en la Luna, pero en la Tierra pesa un kilo lo lleves en bolsa de rafia, de plástico, de tela, mochila o lo lleve otro en tu lugar.
Shulamithie, me acabas de dejar «muerto» con la explicación de la cajera sobre las particulares características antigravitacionales de las bolsas de rafia. ¿Así que la compra pesa menos? ¡Entonces todo tiene su explicación! ¡Qué engañados nos tenían con las bolsas de plástico de un solo uso!
Jajajaja, bromas aparte, la verdad es que es increíble que pretendan «colocarlas» de es modo, aunque parece que no les va nada mal si no tienen disponibles. En fin, es lo que os digo: una de rafia será mejor que muchas desechables, pero mejor que eso, una de tela que podemos hacernos nosotros mismos, o comprar en algún pequeño comercio. Eso, o un buen carrito de la compra, que sí nos hará más liviana la carga.
Un abrazo.
Y por haber hay más posibilidades…
Mi madre hace tiempo llevaba una cesta tipo bolso enorme de mimbre, y le duró bastante tiempo.
Y hay unas de tela que plegadas caben en un monedero, que es lo que tenía mi abuela. A ella no la verías con bolsas de plástico.
Lo peor de la mentira que me soltaron es que alguien habrá que se la creerá. Personalmente me parece un insulto a la inteligencia decir algo así.
Acabas de dar con la raíz del problema: si alguien se convence con un razonamiento tan pobre, ¿no está fallando la educación? ¿La búsqueda de una actitud crítica?
Así nos va en este santo país (y bendito planeta), cuando no pensamos en las consecuencias de cuanto hacemos, ni en lo que subyace tras las palabras y razonamientos de los demás. Todo es cuestionable, aunque sea para darle la razón a la otra persona. Obviamente, este no sería el caso.
Yo optaría por las bolsas/bolsos de materias naturales (mimbre, cáñamo…) y por un carro de la compra (a ver si les da por sacarlos en materiales similares).
Saludos.
Creo que estaría bien (porque me estaba preguntando qué se puede hacer con las bolsas de mimbre una vez que estén rotas) que tuviéramos información sobre cómo reciclar y reutilizar para elegir los envases más adecuados, no tirar algo que puede tener otro uso… aún me acuerdo de cuando pintaba las hueveras de cartón como si fueran autobuses y los llenaba de muñecos. Pero claro, en esta sociedad tan hiperconsumista… ¿quién va a hacer eso?
Bueno, siendo de mimbre irían al contenedor de basura orgánica, siempre que no podamos reutilizarlas para otro fin. En general, es cierto que se da poca (o al menos, de escaso contenido) información al respecto.
Lo que nos cuentas sobre utilizar embalajes de artículos como juguete creo que no nos resulta extraño a muchos de los que estamos por aquí. Desgraciadamente, en esta sociedad prima el consumo, y eso es prácticamente impensable. Lástima de mis hijos, si los tengo algún día (en un arrebato de locura, dado como está el patio), porque mi intención no es otra que educarlos buscando la sensibilidad ante estos temas, primando la imaginación sobre el objeto que nos venden. O lástima de mí, porque a saber si podría conseguir algo así.
De todas formas, entre todos, creo que sí es posible cambiar algunas cosas. En una próxima entrada (o en varias) voy a tratar sobre ello.
Saludos.
Hola:
Enhorabuena por tus comentarios, celebro comprobar que hay personas que antes de creerse un bulo se informan y se crean un criterio propio.
Yo me dedico profesionalmente a reciclar plásticos y se me cae el alma al suelo viendo y oyendo la cascada de sandeces y mentiras que se vierten sobre los plásticos.
Si tan malos son los plásticos, porqué diablos la administración nos concede permiso para reciclarlos?
Este es un caso similar al del tabaco o el alcohol. El tabaco y el alcohol matan pero la propia administración lo patrocina y cobra suculentos impuestos por su consumo, supongo que el paso siguiente serà cobrar algun impuesto nuevo por el uso de determinados productos de plástico.
Pero concretando que algo se de plásticos. el Polietileno no se saca del petróleo directamente, dado que su monómero es un gas, es mas fácil obtener el monómero directamente del gas natural. si la petroquímica se queda sin gas para monomerizar puede comprar petróleo, que és un líquido, destilarlo y obtener monómero de etileno para polimerizarlo y obtener el polímero de las bolsas Polietileno.
Pero obtenerlo del petróleo es mucho mas caro que hacerlo del gas.
Primera y fundamental realidad que los talibanes del ecologismo analfabeto ni saben ni explican.
Para no aburrir os dejo un enlace muy interesante sobre un estudio austríaco presentado durante la reciente conferencia de Copenhage donde se constata y se demuestra que el uso de productos plásticos no solo no produce C02 sinó que lo reduce.
http://www.interempresas.net/Plastico/Articulos/Articulo.asp?A=36240
En fin. si quereis mas información sobre la realidad de los plásticos y su faciclidad y bajo consumo de energia para reciclarlos estoy a vuestra disposición.
Saludos
El polietileno (PE) es químicamente el polímero más simple. es uno de los plásticos mas comunes, debido a que tiene alta demanda y precio reducido. Es químicamente inerte y se obtiene de la polimerización del etileno. Cada forma de polimerización produce un tipo de polietileno distinto. Yo el polietileno que más conozco es el polietileno negro, el cual se utiliza para cubrir o forrar productos o zonas territoriales,principalmente se utiliza en las construcciones y aplicaciones industriales. El polietileno negro es un producto 100% sustentable. Dependiendo de sus usos, va a variar su fabricación y es frecuentemente usado por brindar muchas ventajas.
[…] El vídeo es genial y me permito la licencia de traéroslo en esta brevísima entrada, ya que en su día hablé sobre este tema en un par de ocasiones (sobre las actitudes de la ciudadanía y en torno a una presentación que me llegó por correo eletrónico) […]